A pura garra, Villanueva

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La jornada de cierre se desarrolló desde Durazno hacia Montevideo sobre un total de 202 km que fueron recorridos por el ganador de la misma, Pablo Pintos, en 5 horas 23' 25" a un promedio de marcha de 37.476 km/h.

Una extensa fuga protagonizada por el brasileño Renato Santos, Wilder Miraballes, Eleno Rodríguez y Luis Saavedra puso en riesgo al líder, pero fue neutralizada al llegar a la capital

Tras esta culminación, Villanueva obtiene por primera vez un lauro de este tipo, asimismo, el club de Trinidad gana una prueba de largo aliento por primera vez en su corta trayectoria en el ciclismo uruguayo. Villanueva se apoderó de la malla de líder de la general individual tras la tercera etapa de la carrera cuando arribó segundo a la fase que culminó en la ciudad de Tacuarembó.

Desde allí hasta la capital del país, el montevideano aguantó todos los embates y superó caídas, pinchaduras y avatares en el camino para subir a lo más alto del podio.

En la contrarreloj del sábado, Villanueva empleó su mejor tiempo en una crono de este tipo y supo aguantar la casaca de líder ante el avance de su inmediato perseguidor, Mauricio Maquia del Villa Teresa, y de un especialista en estos tramos, Álvaro Tardáguila. El ganador contó con la presencia de importantes compañeros y avezados penalistas en estas lides como el interminable Jorge Bravo y el experiente William Mesa

Con el grito "Vi-lla-nueva, Vi- lla-nueva, Vi-lla-nueva", la familia en pleno lo esperó en la llegada en Camino Maldonado y tras el efusivo abrazo, se hizo un lugarcito para dialogar con nosotros: "Contento, feliz con este triunfo. Por supuesto que se lo dedico al Olímpico Juvenil de Flores que me apoyó en todo momento y sin lugar a dudas a mi familia, a los Villanueva, que nunca me dejaron solo, que confiaron siempre, para ellos, para toda mi gente", dijo Christian emocionado.

En la tercera etapa se puso la malla de líder, pero nunca pensó que iba a llegar a Montevideo con ella: "Venía mal al principio. Sufriendo mucho y metiendo garra, pero a medida que iban pasando los días me di cuenta que estaba cada vez más fuerte. Me acomodé antes de la contrarreloj y después no quise que nadie me sacara el primer lugar, estaba muy seguro de mí. Lo que pasa que estaba con la malla y como quien dice me agrandé, la gente me apoyó y eso me gustó muchísimo".

En ningún momento me pesó el apellido, al contrario, ellos son ellos y yo soy yo. Pero me ayudan mucho, sobre todo mi tío Carlos que siempre confió en mí y está en permanente contacto conmigo. Le agradezco mucho".

No podía ni hablar, no solo por estar emocionado, sino porque todos sus familiares lo reclamaban. El hijo de su tío Rodolfo pregunta: "¿Dónde está Christian? Quiero verlo", a lo que su padre le contesta: "Dejalo que disfrute, ya vamos a tener tiempo de sobra en casa" y es así, Christian se lleva la malla a su casa para disfrutar con todos sus familiares, una hazaña que ningún Villanueva pudo conseguir.